miércoles, 18 de diciembre de 2013

MASAJE PERINEAL



OBJETIVO, CUANDO?

    El masaje perineal puede ayudar a las mujeres que lo practican reduciendo la incidencia de traumatismo perineal (se reducen sobre todo las episiotomías) y disminuyendo el dolor de la zona varias semanas después del parto.
    Es una técnica que puede hacerse en casa con pocos minutos al día y que puede ser beneficiosa a la hora de  dar a luz. Para que sea efectivo debes realizarlo al menos de 6 a 8 semanas antes de la fecha prevista de parto. Tienes que ser regular y hacerlo cada día de 5 a 10 minutos. Es cierto que la aplicación del masaje perineal puede ocasionar molestias durante las primeras semanas, pero éstas irán desapareciendo gradualmente. Para evitarlas se debe comenzar la técnica sin forzar los movimientos dando tiempo a que los tejidos se habitúen al masaje.
    Además, el masaje sirve para conocer un poco las sensaciones que sucederán durante el parto y familiarizarse con ellas, ayudando así a relajar la zona en el momento cumbre del alumbramiento.



QUIÉN LO HACE?

    No es fácil cuando tu tripa es gigante y no te ves nada bajo el ombligo. Usa un espejo para ayudarte o un ayudante. A algunas mujeres les resulta incómodo, a otras les gusta e incluso les excita. Cada mujer es única, como lo será cada bebé y cada parto. Pero para todas es beneficioso si se hace constante, relajadamente y con cuidado. Si tienes algún tipo de herida o problema en la zona debes preguntar a tu profesional de la salud, Matrona, antes de hacerlo. Evita siempre la uretra (el orificio por donde haces pis) al masajear y vacía la vejiga antes de empezar el masaje.


CÓMO, CUÁNTO TIEMPO?

    Antes de  nada  lavar bien las manos y cerciorarse de que las uñas están  cortas y limpias, para evitar  que se produzca una infección o traumatismo innecesario.
    Si vas a masajearte tú sola busca una postura que te resulte cómoda antes de empezar. De pie levanta una de las piernas y apóyala en el retrete, por ejemplo. O sentada de espaldas apoyada en cojines, siempre con ayuda de un espejo, puedes hacerlo. Lo importante es que estés relajada y cómoda.Si se hace después de la ducha, cuando ha estado un rato en contacto con agua caliente, está más elástico.
    Usa aceite de oliva virgen o algún otro aceite vegetal puro (aceite de almendras, de rosa mosqueta)  nunca uses aceites perfumados. No introduzcas tus dedos en el aceite para evitar infecciones. Mójalos bien poniéndolos debajo del chorro de aceite. En caso de que el masaje se lo haga una misma parece ser más fácil hacerlo con el pulgar. Si es un ayudante, al venir de frente, sería con los dedos índice y corazón.

    Introduce tus dedos lubricados 2- 4cm aproximadamente en tu vagina. Empieza a hacer presión en las paredes, se empieza hacia abajo, orientando el dedo hacia el recto, emulando la cabeza que quiere salir hacia afuera. (para ganar tiempo y hacerlo de manera más eficiente puede ir bien hacerlo con los dos dedos pulgares). 
    La idea es hacer una presión constante hasta que se siente una leve sensación de quemadura o escozor, que es la misma sensación que se nota cuando la cabeza está empujando para salir. En este momento se recomienda tratar de relajarse lo máximo posible, sintiendo la respiración, para ir aprendiendo cómo será el momento álgido del expulsivo y llegar siendo capaz incluso de estar relajada..
    Después hay que hacer lo mismo (presión constante) hacia un lateral de la vagina, de nuevo hasta que moleste un poco (o unos dos minutos) y luego hacia el otro lateral. También hay que hacerlo hacia el recto. Digamos que si miramos de frente la vagina de una mujer tumbada boca arriba, debemos hacer masaje en “U”, presionando por zonas un lateral, otro lateral, y la parte de abajo hacia el recto y también hacia afuera. La parte de arriba, donde está el meato urinario no tocarla, para evitar riesgos de infección.
    Cambia las direcciones siempre que quieras, de forma regular, hasta que completes los 5-10 minutos. Hidrata tus dedos todo lo que necesites pero ten mucho cuidado con la higiene para evitar infecciones.           
    Existen también recomendaciones acerca de masajear la zona externa con los dedos pulgares aún dentro, es decir, aprovechar todos los dedos restantes, que a la mujer le quedan tocando el perineo, para hacer un masaje circular en la zona externa, quizás ésta parte del masaje  sea la más relajante y  placentera.
Lo importante de este ejercicio es la regularidad. Al principio notarás que los tejidos están muy tensos pero poco a poco, con la práctica, notarás la diferencia y verás que son flexibles y elásticos. Si tienes cicatrices anteriores masajéalas para que estén bien hidratadas.


alguna evidencia sobre el masaje


Embarazada

 


Liliana R. Pañeda



No hay comentarios:

Publicar un comentario