OBJETIVO, CUANDO?
El masaje perineal puede ayudar a las mujeres que lo
practican reduciendo la incidencia de traumatismo perineal (se reducen sobre todo
las episiotomías) y disminuyendo el dolor de la zona varias semanas después del
parto.
Es una técnica que puede hacerse en casa con pocos minutos
al día y que puede ser beneficiosa a la hora de dar a luz. Para que sea
efectivo debes realizarlo al menos de 6 a 8 semanas antes de la fecha prevista
de parto. Tienes que ser regular y hacerlo cada día de 5 a 10 minutos. Es
cierto que la aplicación del masaje perineal puede ocasionar molestias durante
las primeras semanas, pero éstas irán desapareciendo gradualmente. Para
evitarlas se debe comenzar la técnica sin forzar los movimientos dando tiempo a
que los tejidos se habitúen al masaje.
Además, el masaje sirve para conocer un poco las sensaciones
que sucederán durante el parto y familiarizarse con ellas, ayudando así a
relajar la zona en el momento cumbre del alumbramiento.
QUIÉN LO HACE?
No es fácil cuando
tu tripa es gigante y no te ves nada bajo el ombligo. Usa un espejo para ayudarte o un ayudante. A algunas mujeres les
resulta incómodo, a otras les gusta e incluso les excita. Cada mujer es única, como lo será cada bebé y cada parto. Pero para todas es
beneficioso si se hace constante, relajadamente y con cuidado. Si tienes
algún tipo de herida o problema en la zona debes preguntar a tu profesional de
la salud, Matrona, antes de
hacerlo. Evita siempre la uretra (el
orificio por donde haces pis) al masajear y vacía la vejiga antes de empezar el
masaje.
CÓMO, CUÁNTO TIEMPO?
Antes de nada lavar bien las manos y cerciorarse de que las
uñas están cortas y limpias, para evitar que se produzca una infección o traumatismo innecesario.
Si vas a
masajearte tú sola busca una postura que te resulte cómoda antes de empezar. De
pie levanta una de las piernas y apóyala en el retrete, por ejemplo. O sentada
de espaldas apoyada en cojines, siempre con ayuda de un espejo, puedes hacerlo.
Lo importante es que estés relajada y
cómoda.Si se hace
después de la ducha, cuando ha estado un rato en contacto con agua caliente,
está más elástico.
Usa aceite de oliva virgen o algún otro aceite vegetal puro (aceite
de almendras, de rosa mosqueta) nunca uses aceites perfumados. No introduzcas tus
dedos en el aceite para evitar infecciones. Mójalos bien poniéndolos debajo del
chorro de aceite. En caso de que el masaje se lo haga una misma parece ser más
fácil hacerlo con el pulgar. Si es un ayudante, al venir de frente, sería con
los dedos índice y corazón.
Introduce tus
dedos lubricados 2- 4cm aproximadamente en tu vagina. Empieza a hacer presión
en las paredes, se empieza hacia abajo, orientando
el dedo hacia el recto, emulando la cabeza que quiere salir hacia afuera. (para
ganar tiempo y hacerlo de manera más eficiente puede ir bien hacerlo con los
dos dedos pulgares).
La idea es hacer una presión constante hasta que se siente
una leve sensación de quemadura o escozor, que es la misma sensación que se
nota cuando la cabeza está empujando para salir. En este momento se recomienda
tratar de relajarse lo máximo posible, sintiendo la respiración, para ir
aprendiendo cómo será el momento álgido del expulsivo y llegar siendo capaz
incluso de estar relajada..
Después hay que hacer lo mismo (presión constante) hacia un
lateral de la vagina, de nuevo hasta que moleste un poco (o unos dos minutos) y
luego hacia el otro lateral. También hay que hacerlo hacia el recto. Digamos
que si miramos de frente la vagina de una mujer tumbada boca arriba, debemos
hacer masaje en “U”, presionando por zonas un lateral, otro lateral, y la parte
de abajo hacia el recto y también hacia afuera. La parte de arriba, donde está
el meato urinario no tocarla, para
evitar riesgos de infección.
Cambia las direcciones siempre que quieras, de forma
regular, hasta que completes los 5-10 minutos. Hidrata tus dedos todo lo que
necesites pero ten mucho cuidado con la higiene para evitar infecciones.
Existen
también recomendaciones acerca de masajear la zona externa con los
dedos pulgares aún dentro, es decir, aprovechar todos los dedos restantes, que
a la mujer le quedan tocando el perineo, para hacer un masaje circular en la
zona externa, quizás ésta parte del masaje sea la más relajante y placentera.
Lo importante de este ejercicio es la regularidad. Al
principio notarás que los tejidos están muy tensos pero poco a poco, con la
práctica, notarás la diferencia y verás que son flexibles y elásticos. Si tienes
cicatrices anteriores masajéalas para que estén bien hidratadas.
alguna evidencia sobre el masaje
Liliana R. Pañeda