Si tu intención es dejar de fumar en el embarazo, lo ideal es que lo hagas antes de la concepción, y si tu idea es reducir el número de cigarrillos, debes saber que no existe un límite seguro de consumo. Así que, ánimo, di no al tabaco.
Es interesante conocer las posibles consecuencias del consumo de tabaco durante el embarazo, esto puede ser de ayuda para concienciarse de la necesidad de abandonarlo.
- La nicotina causa lesiones en la pared de los vasos sanguíneos y tiene acción vasoconstrictora, lo que reduce el aporte de oxígeno al feto. Esto la relaciona directamente con el Crecimiento Intrauterino Retardado (CIR)
- Fumar aumenta el riesgo de parto pretérmino, embarazo ectópico, aborto espontáneo, muerte fetal intraútero y muerte súbita en la infancia.
- También favorece una inserción anormal de la placenta (placenta previa), el desprendimiento prematuro de placenta normalmente inserta y metrorragias.
- La nicotina atraviesa fácilmente la placenta, y la concentración en la sangre del feto es muy elevada. Esto puede producir en el recién nacido altos niveles de estrés por síndrome de abstinencia.
- Los hijos de madres fumadoras tienen más enfermedades de las vías respiratorias: asma, alergias...
- Además, pueden tener problemas de aprendizaje y comportamiento en el futuro.
Con cada cigarrillo que fumas más de 4000 sustancias tóxicas van a parar a tu torrente sanguíneo y por supuesto al del bebé... Es para pensárselo dos veces, verdad? Decídete a dejarlo, por ti, por tu bebé, y por todos los que te rodean.
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